¿Qué hay detrás del suministro de la vacuna contra el COVID-19 en México?

El día de hoy en la conferencia matutina del Presidente Andrés Manuel López Obrador se colocó la primera vacuna contra el COVID-19; la partícipe de la historia fue María Irene Ramírez, Jefa de Enfermería de la Unidad de Terapia Intensiva del hospital Rubén Leñero. Con esto arrancó oficialmente la aplicación de las primeras 3 mil dosis de la vacuna hecha por Pfizer y BioNtech.

Si bien, el Gobierno Federal anunció la compra de 1 millón 417 mil 659 vacunas con la farmacéutica estadounidense, la llegada del resto de las dosis será de manera gradual durante los próximos días y hasta el 31 de enero de 2021. El convenio con Pfizer contempla la entrega de un total de 34 millones 400 mil vacunas, que se concretará durante el segundo semestre del año.

Sin embargo, hay que recordar que la vacuna desarrollada por Pfizer requiere mantenerse a una temperatura de -70 𐩑C para garantizar un transporte seguro. Es por ello que se recibió una cantidad menor con el objetivo de calibrar la cadena de frío necesaria para el almacenamiento, distribución y aplicación de las dosis, y así garantizar un manejo adecuado en cantidades mayores, según explicó Martha Delgado, Subsecretaria para Asuntos Multilaterales y Derechos Humanos de la Secretaría de Relaciones Exteriores.

Para lograrlo, el laboratorio diseñó contenedores especiales que utilizan hielo seco para su transportación. Una vez descargados del avión se trasladan en vehículos de carga refrigerados a una “granja de congelación”, donde es posible almacenar las vacunas a -70 𐩑C hasta por seis meses.

De acuerdo con Hugo López-Gatell, Subsecretario de Prevención y Promoción de la Salud, una vez que el producto llega debe descongelarse y pasarse a temperatura de refrigeración convencional, entre los 2 y los 8 𐩑C, en la que puede conservarse hasta cinco días. De esta manera, la vacuna se reconstituye y puede aplicarse, aunque este último paso deberá realizarse en menos de seis horas para que mantenga su efectividad.

Es por ello que su almacenamiento y distribución implican todo un reto logístico, además de que recibir lotes de millones de dosis implica un gran riesgo debido a que no hay muchos lugares con las condiciones necesarias para almacenarlas, no sólo en México sino en otros países; de ahí la decisión de recibir estas 3 mil primeras vacunas para suministrarlas en menos de cinco días. (Rafael Cervantes Flores)

Pfizer diseñó contenedores especiales con hielo seco para mantener las propiedades de la vacuna durante su transportación.

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