Mayo, el peor mes en la industria de pesados desde 2009

Ante la pandemia de COVID-19, la industria de vehículos pesados está enfrentando uno de los retos más grandes. Durante mayo, el mercado interno experimentó la contracción más fuerte en lo que va del año, al contabilizar apenas 677 unidades vendidas al mayoreo (la venta a los distribuidores) frente las 4 mil 682 del año pasado, lo que significa una caída del 85.5%.

Mientras que los 7 mil 172 vehículos colocados durante el acumulado enero-mayo representan una caída del 38.5% frente al mismo periodo de 2019 y representan la peor caída de los últimos 13 años. El impacto del COVID-19 ha sido mayor que el de la influencia AH1N1 y la recesión económica en 2009, cuando en el mismo lapso se registraron 7 mil 652 unidades.

Miguel Elizalde, Presidente Ejecutivo de la Asociación Nacional de Productores de Autobuses, Camiones y Tractocamiones (ANPACT), mencionó que han sido varios los factores que  han influido en estos resultados, entre ellos el contexto internacional, la duración de las medidas de confinamiento en ambas epidemias –más de 70 días por COVID-19 frente a menos de 60 por la AH1N1–, el tipo de cambio, e incluso, el número de población en México.

En conferencia de prensa virtual en conjunto con AMDA, AMIA e INA, Elizalde Lizárraga informó que las ventas al menudeo (venta a los transportistas) en mayo experimentaron una leve mejora respecto a abril, tras alcanzar las mil 282 unidades; sin embargo, representan una caída del 67.5% frente a las 3 mil 947 unidades vendidas en el mismo mes de 2019.

En el acumulado enero-mayo al menudeo, se contabilizaron 9 mil 326 unidades, una caída del 47.6% frente a las 17 mil 805 vehículos vendidos al cierre de mayo de 2019. Hasta el momento, es el segundo peor desde 2007, sólo por encima de las 9 mil 110 unidades de 2009, como efecto de la AH1N1. Asimismo, el directivo advirtió que para el mes de junio se espera tener cifras similares, con una caída importante en las ventas.

Camiones y autobuses han sido fundamentales para garantizar abasto y traslados durante la emergencia sanitaria.

Importación de usados, a la baja

Respecto a la importación de vehículos pesados usados, ANPACT contabilizó 528 unidades en mayo, contracción del 32.7% frente a las 785 de 2019. El COVID-19 también ha impactado en dichas importaciones pues, de 3 mil 653 unidades introducidas a territorio nacional en 2019, este año han ingresado 3 mil 469, una reducción del 5%.

De estas 528 unidades importadas, 384 corresponden a vehículos de carga, que ante los 511 de 2019, representan una disminución del 24.9%; las 144 restantes corresponden a unidades de pasaje y frente a las 274 del año pasado, significan un bajón del 47.4%

Miguel Elizalde concluyó que, pese a que todo esto golpea a la industria, los transportistas, la cadena logística y de movilidad, el autotransporte se mantiene “en la línea de fuego”, por lo que será vital acompañarlos en el proceso hacia la “nueva normalidad”, principalmente a las micro y pequeñas empresas, que representan el 83% de las empresas registradas ante la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT).

“Los transportistas están a punto de entrar en un proceso complejo, donde van a requerir ser más competitivos y ahí es donde les podemos apoyar con vehículos nuevos que les ayuden a reducir costos de operación e impactar en la cadena de movilidad y logística. Tener una flota nueva es reducir emisiones, impulsar el mercado interno y salvar vidas”, remató. (Rafael Cervantes Flores)

La renovación vehicular es clave para mantener la competitividad.

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