T-MEC, reto y oportunidad para la industria automotriz

Ante la próxima entrada en vigor del T-MEC, el próximo 1 de julio, la CONCAMIN llevó a cabo, de manera virtual, la mesa redonda “Industria y T-MEC”, como parte de su Octavo Informe COVID-Industrial, en donde se analizaron los retos y oportunidades que implica para los diversos sectores económicos este acuerdo tripartita entre México, Estados Unidos y Canadá.

Eugenio Salinas, Presidente de la Comisión de Comercio Exterior de la CONCAMIN, detalló que uno de ellos es el fortalecimiento de la integración regional a través de las nuevas reglas para la industria automotriz, donde uno de los aspectos a tomar en cuenta será la transición del TLCAN al T-MEC.

Mayor integración regional

Las reglamentaciones uniformes, dadas a conocer el pasado 3 de junio, detallan los procedimientos aduaneros y las metodologías de cálculo para cumplir con las reglas de origen. Asimismo, se definieron los requisitos para que los vehículos y sus partes puedan considerarse originarios de la región.

En este sentido, se contempla una integración del 70% de acero y aluminio de la zona, lo que significa una gran oportunidad para la industria metal-mecánica mexicana afiliada a CONCAMIN, externó Salinas. En cuanto al contenido laboral, se contempla un 40% del valor del vehículo producido, con salarios superiores a $16/hr.

Salinas advirtió que todavía falta llegar a un acuerdo en el procedimiento de transición de certificados NAFTA/TLCAN a certificados T-MEC, para no afectar a bienes que en el T-MEC tienen reglas de origen más estrictas, por lo que se recomienda llevar ambas certificaciones.

Las armadoras deberán cumplir con determinados requisitos para que sus vehículos sean considerados originarios de la región.

Las nuevas reglas para la industria automotriz también significan una coyuntura. Salinas explicó que el Incremento del Valor de Contenido Regional de los Vehículos brindará al sector de autopartes una oportunidad para incrementar la producción nacional y sustituir las importaciones de terceros países.

Asimismo, la atracción de inversión extranjera de terceros países, principalmente asiáticos, de componentes y autopartes, y la conservación de la participación con armadoras instaladas en América del Norte. Estas acciones permitirán la competencia  a nivel global ante una posible reducción del déficit comercial de la región con el mundo, de aproximadamente 4 millones de vehículos.

La industria frente al T-MEC

Por su parte, Raúl Picard, Presidente de la Comisión de Comercio Interior, comentó que la industria automotriz, como el resto de los sectores, deberá adecuar sus plantas a las nuevas circunstancias sanitarias sin perder productividad. Reiteró que el principal desafío será cumplir con la nueva metodología respecto a las reglas de origen, lo que supone un reto logístico y de suministro para cumplir con las nuevas disposiciones, siendo las reglamentaciones uniformes un documento guía de lo negociado en el tratado.

“La industria automotriz deberá reactivarse, ya que se perdió el ritmo de la operación. Ya conoce los acuerdos a los que se llegó con las negociaciones. La competitividad  se podría perder si no logra cambiar el suministro de los insumos. Sin embargo, en la medida que se compren más insumos en la región, se logrará cumplir con sus reglas de origen e incentivar a otros sectores de la región”, manifestó en la videoconferencia. (Rafael Cervantes Flores)

El sector deberá mantener la productividad para cumplir con las reglas de origen.

Comentarios

edición Autor