COVID-19, gran desafío para la movilidad y el transporte público

La Asociación Mexicana de Arrendadoras de Vehículos (AMAVe) arrancó las actividades de su su 4to Foro Anual, que este año se realiza de manera virtual debido a la pandemia de COVID-19 y lleva como eje temático «El arrendamiento en ruta ascendente». El evento inició con la conferencia «Movilidad durante y después de COVID: lecciones y desafíos», a cargo de Rodrigo Díaz, Subsecretario de Planeación, Políticas y Regulación de la Secretaría de Movilidad de la Ciudad de México (SEMOVI).

De acuerdo con cifras del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) obtenidos en 2017, en la Zona Metropolitana del Valle de México había 20.4 millones de habitantes, quienes realizaron 23.4 millones de viajes; tan sólo en la Ciudad de México habitaban 8.9 millones de personas, quienes efectuaron 12.8 millones de viajes.

Ante la magnitud de esas cifras, Díaz mencionó que los desafíos ante la pandemia radican en mantener la operación de la red de transporte de la ciudad bajo los principios de sana distancia, garantizar la sostenibilidad operacional y financiera de la red en el mediano y largo plazo, y hacer de la crisis una oportunidad.

Para ello, en la capital del país se han establecido diversas líneas de acción, encaminadas a la protección de usuarios y operadores, a través del reforzamiento de las medidas de sanitización en estaciones, centros de transferencia modal y unidades, así como las medidas individuales de protección, entre ellas el uso correcto del cubrebocas, por medio de campañas de sensibilización y comunicación dirigidas a los usuarios y operadores del transporte público.

El COVID-19 ha modificado los hábitos de movilidad de las personas en la ZMVM.

Estas líneas de acción también contemplan la gestión de la oferta y la demanda, a través de la optimización de la oferta de la red de transporte; la administración de la demanda orientada a su reducción y redistribución: trabajo a distancia, horarios escalonados, semana corta, digitalización en trámites; adecuado distanciamiento en estaciones, paradas y vehículos; e infraestructura emergente como ciclovías, banquetas y corredores de transporte público.

Sin embargo, el funcionario reconoció que aún hay retos posteriores por resolver, entre ellos, mantener la sana distancia ante el aumento progresivo en la demanda de viajes como resultado de la reapertura de actividades, garantizar la sostenibilidad financiera de los sistemas ante un escenario prolongado de demanda reducida y austeridad; evitar la migración hacia modos motorizados privados; y mantener el proceso de mejora tecnológica en un escenario de escasez de recurso.

Díaz concluyó que el tema del financiamiento se encuentra en proceso y será fundamental para no traspasar nuevos costos a los usuarios; brindar apoyos como bonos en combustibles para mantener la operación en el corto y mediano plazo; gestionar la oferta y la demanda de transporte público; establecer esquemas de riesgos compartidos; así como generar nuevas formas de financiamiento. (Rafael Cervantes Flores)

En la CDMX se ha puesto especial énfasis en sensibilizar a los operadores del transporte público concesionado.

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