No obstante la estrepitosa caída de
ventas que enfrentó la industria automotriz durante los primeros meses de la
pandemia, el mercado comienza a recuperarse según las más recientes cifras de
la Asociación Mexicana de Distribuidores de Automotores (AMDA) que reportan en
mayo de 2021 “la tercera tasa positiva del año”, con incrementos de 123% en las
categorías subcompactos, 96% en compactos y 65% en comparación con el mismo mes
de 2020.
Ante el mayor peso de las generaciones Millennial y Centennial en la economía
mexicana, sus hábitos de consumo –como su afición por las compras en línea–
debían ser atendidos y satisfechos por las distintas industrias; la automotriz
no era la excepción.
De acuerdo con Comscore, el 19% de los usuarios de Internet en México está
dispuesto a comprar un auto en línea y el 23% navega en sitios de la categoría
automotriz; un 20% lo hace desde una computadora de escritorio, mientras que el
80% lo hace desde un dispositivo móvil; un 62% son mujeres y 38% hombres.
Aunque hubo marcas que presentaron sus tiendas digitales en 2019 –antes de la
pandemia– como Nissan en Mercado Libre y Volkswagen con Amazon, la irrupción de
la reducción de la movilidad y el cierre de las actividades no esenciales
durante varios meses generadas por el COVID-19, aceleraron los planes de las
armadoras para digitalizar espacios para la venta de sus vehículos. En 2020 más
empresas presentaron sus iniciativas digitales como Peugeot y Renault, así como
Ford que lanzó su tienda digital en marzo de 2021.
“Probablemente, la industria automotriz sea una de las que más retos ha
enfrentado y seguirá enfrentando al volcarse al canal digital porque
tradicionalmente ha dependido de la experiencia presencial del consumidor en
sus pisos de venta para conocer, evaluar y adquirir sus vehículos”, dice
Antonio Rivero, Director Comercial de Napse México.
En este sentido, Rivero consideró que los canales digitales pueden ofrecer la
posibilidad de agilizar procedimientos y requisitos que resultan tediosos para
los compradores, como la aprobación de financiamiento, trámite y pago de placas
y tenencia o compra de seguro. “La venta en línea es un área poco explorada,
abierta a oportunidades para igualar y mejorar la satisfacción de adquirir un
auto nuevo, como programar una prueba de manejo en la que recibas el vehículo
hasta tu domicilio o tengas acceso a una transmisión en vivo para conocer los
detalles y especificaciones técnicas”, agregó.
Napse, empresa que ayuda a la industria del retail a digitalizarse, advierte de
los principales retos que las marcas de la industria automotriz enfrentarán:
- Integrar de manera efectiva a sus redes de distribuidores al mundo digital. Los grupos empresariales que conforman las redes de distribución de las marcas son heterogéneas, con distintas culturas corporativas y diversos estilos de liderazgo, por lo que resulta favorable homologar procesos a través de una sola plataforma digital, por ejemplo.
- Agregar a sus procesos las nuevas formas de pago. Los medios de pago están en evolución constante y cada vez más acelerada. Estar al tanto de las últimas herramientas –como carteras virtuales, link de pago, QR o SmartPOS, por mencionar algunas– e incorporarlas a los puntos de venta representa una oportunidad para brindar una experiencia de compra satisfactoria a los clientes.
- Seducir al cliente para que mantenga una relación con la marca a través de los canales digitales en que esté presente la marca. Se deben privilegiar los contenidos de valor versus aquellos que solo comunican la venta dura o evidente.
- Asegurar la consistencia en los múltiples puntos de contacto de las marcas con sus clientes. La experiencia que éstos tengan debe ser similar y congruente con cada canal al que acceda el consumidor. La expectativa de servicio cuando se contacta vía Whatsapp con la marca se reduce a segundos en comparación que cuando se visita presencialmente un distribuidor.
- Reacomodar eficientemente el presupuesto de mercadotecnia y publicidad para lograr una mezcla óptima de medios y canales a utilizar para promover su oferta y generar oportunidades de venta.
“En el caso de las armadoras de autobuses y tractocamiones, esperamos que en los meses por venir incrementen su presencia es espacios comerciales digitales, mismos que serán distintos a los del sector automotriz por las miles de configuraciones que un vehículo de carga o pasajeros puede llegar a tener, así como por la imperiosa necesidad de contar con un asesor de ventas durante el proceso de venta que le ayude al cliente obtener la configuración óptima de la unidad”, concluyó Rivero. (Redacción Autotransporte)