Concebida en un principio únicamente para unir México con los Estados Unidos, la carretera Panamericana ha sido el proyecto más ambicioso que logró unir a todos los países de América e impulsó el crecimiento del turismo y la industria automotriz.
La vialidad se construyó con el objetivo de que la economía mexicana no dependiera de otros países, así como incentivar los viajes carreteros. De la mano de la construcción de la Panamericana en 1925, se gestó la industria automotriz con la instalación de las líneas de ensamble de Ford. Diez años después el entonces mayor fabricante de vehículos, General Motors, inició operaciones en México; oficialmente arrancó el progreso carretero e industrial, acompañado de la inauguración de la Panamericana que duró seis días.
Al terminar el tramo completo se realizó una carrera de autos de Chihuahua hasta Chiapas. Esta carrera se efectuó año con año hasta 1955, y décadas después se retomó; en la actualidad se sigue celebrando.
Con el paso del tiempo más empresas llegaron para instalarse en esta ruta, así fue como la industria automotriz se fortaleció. General Motors abrió sus puertas en Ramos Arizpe, Coahuila,con una de las inversiones más fuertes en América Latina. Chrysler también inició operaciones en el estado y años más tarde Ford se instaló en Chihuahua y Sonora. Hoy en día, esta industria integra a los fabricantes más importantes de motores de diesel y más de 300 proveedores de primer nivel de la industria terminal.
La industria automotriz ha crecido en estados como Ciudad Juárez, Chihuahua, Monterrey, Zacatecas, San Luis Potosí, Aguascalientes, León, Querétaro, Guadalajara y Tula. Actualmente, aporta 20.2% del Producto Interno Bruto (PIB) manufacturero y tiene plantas a lo largo y ancho de la República Mexicana. (Redacción Autotransporte)
