Para 2030, el 54% de
la flota de automóviles que circula por las carreteras europeas estará equipada
con Sistemas Avanzados de Asistencia al Conductor (también conocidos como
ADAS). Esto es cuatro veces superior a la cuota estimada a finales de 2019
(14%) y claramente superior a la estimada para 2025 (34%). Estos pronósticos,
desarrollados por el Observatorio Autopromotec a partir de
información de Boston Consulting Group, destacan cómo los sistemas ADAS están
destinados a convertirse en un componente cada vez más generalizado y esencial
para hacer más seguro el tráfico rodado y proteger la salud y la vida de los
pasajeros.
Hoy en día, un número significativo de automóviles (y se esperan más en el
futuro) están equipados con sistemas de alta tecnología capaces de ayudar a los
conductores en situaciones potencialmente peligrosas, haciendo que el manejo
del vehículo sea más seguro y eficiente. Entre ellos, se encuentran
sensores de estacionamiento, frenado automático de emergencia, advertencia de
cambio de carril y dispositivos de control de velocidad.
La tendencia creciente de los sistemas ADAS es, sin duda, la respuesta del sector a la obligación impuesta por la Unión Europea (UE) de equipar todos los nuevos modelos homologados que se introducirán en el mercado a partir de 2022 con sistemas de asistencia al conductor. Esta medida obligatoria va en la dirección de garantizar una movilidad más segura con menos incidentes y menos graves.
Asimismo, se avanza hacia la plena aplicación de los principios introducidos en Europa por el programa de seguridad vial Vision Zero, concebido por primera vez en Suecia en 1997 pero adoptado rápidamente en todo el continente. El objetivo es alcanzar el objetivo de cero víctimas en la carretera para 2050.
Las tecnologías diseñadas para la seguridad vial desempeñarán un papel cada vez más vital en la producción de vehículos del futuro. El Observatorio Autopromotec señala que el sector de la reparación de automóviles también se verá afectado por la revolución ADAS. De hecho, los operadores de servicio y mantenimiento no tendrán más remedio que prepararse para lidiar con estas nuevas tecnologías con mayor frecuencia, mediante la verificación, calibración o reparación de estos dispositivos nuevos y avanzados. Un mantenimiento adecuado requiere formación, herramientas especiales y habilidades que los reparadores de automóviles deben adquirir ahora para poder ofrecer un servicio acorde con la evolución tecnológica del sector. (Redacción Autotransporte)