Conducción técnico-económica, herramienta para la competitividad

En promedio, el consumo de diesel representa entre 30 y 35% de los gastos fijos de las empresas de autotransporte. Ante este panorama, la Conducción Técnico-Económica (CTE) implica algo más que ahorrar combustible; se trata de aprovechar al máximo los recursos disponibles en una empresa de transporte para ser más eficiente, donde la reducción de costos por diesel y mantenimiento son el resultado de una buena elección tecnológica.

Así lo consideró Francisco Javier García Osorio, Director de Movilidad y Transporte de la CONUEE, durante su participación en la conferencia “Conducción Técnico-Económica y la Competitividad”, que formó parte del Segundo Ciclo de Conferencias CANACAR, y donde descartó que los operadores sean los únicos responsables de la eficiencia energética, ya que la CTE es una estrategia que se compone de tres factores: tecnología, operación y gestión de flota.

Tecnología de los vehículos

En el aspecto tecnológico, el principio básico de la eficiencia energética se relaciona directamente con operar adecuadamente los elementos necesarios para vencer las resistencias al avance del vehículo. “Una gran velocidad en carretera puede resultar en pérdidas de hasta 50% de la eficiencia energética”, señaló el funcionario, por lo que se debe cuidar la circulación del aire, el rodamiento al piso, el peso de la unidad y la carga.

Para aprovechar al máximo los vehículos, es importante entender las tres curvas características de potencia, torque y consumo de combustible. “Conocer el torque y las revoluciones por minuto es crucial para determinar el vehículo adecuado según la ruta y la carga”, agregó el directivo.

La tecnología de las unidades también influye en el rendimiento de combustible. Foto: Cortesía Daimler.

Hábitos de los operadores

En torno a la operación, la capacitación de los conductores es clave. Pasar de la ingeniería del motor a la operación del camión requiere sensibilizar primero al operador sobre los beneficios de las técnicas y buenas prácticas de manejo. El especialista señaló que no se trata sólo del ahorro económico, sino de la seguridad, desarrollo profesional y reducción de emisiones. 

Para ello, conceptos de la física como la “zona verde” (rango de operación adecuado), “triángulo de fuego” (energía obtenida de la quema de combustible), “pie de pluma” (dosificación del combustible) y conservación de la cantidad de movimiento (rendimiento constante del vehículo a cierta velocidad), determinarán un óptimo aprovechamiento del motor, del camión y ahorros de mantenimiento.

Gestión de flota

El especialista resaltó la importancia de los administradores de flota para dar seguimiento a factores clave en la operación como la eficiencia de los conductores, la definición de rutas, análisis de tipos de carga, investigación e implementación de nuevas tecnologías, e inclusive, la selección de los vehículos. De acuerdo con la American Trucking Associations, el mayor ahorro en el consumo de combustible se logra gracias a una buena gestión de flotas, con el 35%.

“La CTE nos va a proporcionar condiciones adecuadas en la operación y manejo de las unidades. Eso debe ser lo más importante y hay que transmitirlo a operadores. Los beneficios no son sólo económicos, también se fortalece la seguridad y esa combinación hace que las flotas sean más competitivas”, remató García Osorio. (Redacción Autotransporte)

El ahorro de combustible no depende únicamente del desempeño de los conductores frente al volante.

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