Para el cierre de año se pronostica una caída del 9.8% en el Producto Interno Bruto (PIB), lo que significa la peor recesión desde 1932, aunque no sería la peor crisis de la historia debido a que no existe depreciación de la moneda superior al 300% ni inflación arriba del 150% que impacte las tasas de interés. Así lo consideró Gabriel Casillas, Director General Adjunto de Análisis Económico y Relación con Inversionistas de Grupo Financiero Banorte.
Dentro de su participación en el Foro “Entorno Económico en la Nueva Normalidad”, organizado por la Confederación de Cámaras Industriales (CONCAMIN) y la Cámara Nacional del Autotransporte de Carga (CANACAR), el especialista estimó que la recuperación para México no será vigorosa por la falta de apoyos fiscales y por la naturaleza propia de la pandemia, además de los asuntos internos que ya padecía el país antes de la contingencia, como la falta de Estado de derecho.
“Todos los indicadores de confianza empresarial están bajos. En el primer semestre la Inversión Extranjera Directa (IED) cayó 19.5%. Algunas empresas ya han cancelado proyectos de inversión. Si nos quitan grado de inversión, los inversionistas tienen que salirse, vender bonos y no comprar, porque les piden tener bonos grados de inversión. Si como país queremos salir de la pandemia, tenemos que actuar con claridad”, detalló el directivo.
Otra situación no favorable para México es la inseguridad. Según una estimación de Banorte, México podría tardar hasta 10 años en retomar los indicadores económicos registrados en 2018 si no se fomenta la inversión nacional y extranjera y no se mejora el clima de negocios. (Redacción Autotransporte)
