Según datos recientes publicados por el INEGI, el PIB del sector transporte se contrajo 12.7% anual en el primer trimestre de 2021, hecho que contrasta con la caída del 3.6% de la economía mexicana. Este hecho enciende las alarmas sobre si la industria del autotransporte se encuentra preparada para cumplir con las necesidades de una alta temporada de demanda.
Conforme avanza la segunda mitad del 2021, cierta incertidumbre comienza a rondar el entorno de las empresas transportistas; se trata de una inquietud generada por la cercanía de los últimos meses del año, que tradicionalmente representan una temporada de bonanza para el sector. No obstante, con los constantes cambios en el semáforo epidemiológico y la volatilidad acechando a la economía, ¿cómo aprovechar al máximo esta oportunidad?
“La respuesta es simple: optimizar recursos a través de una gestión efectiva de las unidades de transporte. Lo que permitirá generar ahorros cuantificables. Ahora, el cómo hacerlo es la tarea compleja, pero es posible obtener excelentes resultados mediante el leasing y la administración de flotas, herramientas que nos permiten hacer mucho más con menos”, comenta Eugenio Noriega, director comercial de TIP Tráiler.
Nueva normalidad, nuevas soluciones
“El año pasado, los líderes de negocios debieron utilizar su capital para lograr la rentabilidad de sus operaciones. Ahora, hay que mejorar esa rentabilidad implementando estrategias audaces”, continúa Eugenio.
Mediante el leasing de equipo de transporte, es posible acceder a un sistema de gestión de flotas que comprende una amplia gama de servicios; primeramente, incluye la asesoría para la selección correcta de una unidad, contemplando su uso, presupuesto y gastos futuros, así como la administración del mantenimiento para el control de citas y servicios, rastreo satelital con telemetría para monitoreo de la unidad y la obtención de datos sobre su manejo para la toma de decisiones.
Beneficios de esta herramienta:
- Vigilancia y control: Seguimiento de todo lo relacionado al vehículo, incluyendo monitoreo, geocercas, rendimiento del motor, estado de los neumáticos, hábitos de conducción, establecimiento de rutas.
- Gestión de operaciones: Incremento del desempeño y las horas productivas de cada unidad, optimizando el ahorro de combustible.
- Mantenimiento: Disposición de mantenimientos preventivos, de acuerdo al uso y desgaste de las unidades, haciendo lo sumo posible para evitar el mantenimiento correctivo.
Inversión, no gasto
Los beneficios mencionados son inherentes a la estrategia de negocio que los transportistas llevan a cabo, por lo que se tiene la capacidad de obtener beneficios fiscales, como lo es la deducción de impuestos, especialmente si la adquisición o uso de los vehículos se hace bajo un esquema de arrendamiento o leasing, ya que el pago de los servicios adicionales entra en una sola mensualidad, motivo por el que no existe un monto tope en la deducibilidad, como sí lo tienen los créditos bancarios.
“Aplicar una administración de flotas es una inversión inteligente, que permite obtener el mayor beneficio por el uso de los activos, mientras que concentramos las inversiones en otros segmentos de importancia, como lo es la transformación digital”, concluye Eugenio Noriega. (Redacción AT2000)