Volvo Tultitlán toma receso de dos semanas por COVID-19

Debido a la declaratoria de pandemia por COVID-19, Volvo Buses México decidió que su planta de Tultitlán, Estado de México, se tomara un receso de dos semanas –del  4 al 19 de abril– con el objetivo de reducir el riesgo de propagación del virus; sin embargo, informó que mantendrá sus operaciones de servicio y venta de refacciones, así como sus líneas abiertas a favor de la atención de sus clientes.

Volvo Buses ha realizado un monitoreo diario del crecimiento de la pandemia y, con un enfoque en la seguridad de los más de mil 300 colaboradores de la armadora en el país, previó la ejecución de medidas más estrictas correspondientes a la fase 2, que implica la dispersión comunitaria de la pandemia.

El personal de la planta se tomará un receso de dos semanas, regresando el 20 de abril.

Las medidas tomadas por la firma sueca incluyeron las siguientes:

  • Refuerzo de la comunicación de medidas preventivas para reducir riesgos.
  • Colocación de gel antibacterial en puntos estratégicos.
  • Impartición de charlas informativas en línea.
  • Refuerzo de acciones de limpieza en planta y oficinas.
  • Evaluaciones médicas al personal que hubiera viajado a países con brotes confirmados de COVID-19.
  • Reducción de la presencia de visitantes a la planta.
  • Implementación de esquemas de reuniones de trabajo de no más de cinco personas en salas de juntas, favoreciendo los esquemas de llamadas y reuniones en línea.
  • Toma de temperatura a visitantes.
  • Restricciones de viajes.
  • Suspensión de eventos masivos.
  • Implementación de esquema de trabajo desde casa, para aquellos colaboradores a los que resultara posible.

Estas medidas están alineadas con las indicaciones de las autoridades de salud, lo que reafirma el compromiso de la marca con quienes laboran en la planta, así como con clientes, operadores y demás público de interés.

En la planta de Volvo Tultitlán se fabrican autobuses urbanos y foráneos como el 9800 DD.

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