Segmento de buses foráneos, el más afectado por el distanciamiento social

Como resultado del distanciamiento social para mitigar la propagación del COVID-19, el segmento de pasaje entró en un bache que le ha convertido en uno de los sectores más afectados por la crisis. De acuerdo con la Asociación Nacional de Productores de Autobuses, Camiones y Tractocamiones (ANPACT), en febrero apenas se comercializaron 335 autobuses, que representaron una caída del 23.5% con respecto a mismo mes de 2020.

La crisis generada por la pandemia ha impactado en mayor medida al segmento de larga distancia. En febrero pasado apenas se vendieron 10 unidades foráneas, que significan una caída del 90% con respecto a febrero del año pasado.

“Estamos viendo un impacto grave a las empresas que son concesionarias de transporte urbano y este impacto va a repercutir en toda la sociedad. De igual manera, el impacto que tenemos en los autobuses foráneos del 90% es enorme debido al distanciamiento social; no hay movimiento de turistas en autobuses, inclusive turismo de negocios en estos autobuses foráneos que van de una ciudad a otra, entonces es la situación del pasaje es la más crítica”, declaró Miguel Elizalde Lizárraga, Presidente Ejecutivo de ANPACT.

El acumulado no ha sido la excepción. En el periodo enero-febrero de 2021 apenas suman 570 vehículos de pasaje, de las cuales sólo 13 fueron buses foráneos. En contraste, en el mismo periodo de 2020, se registro un total de 623 vehículos, de los que 155 fueron unidades de larga distancia. La diferencia entre un año y otro es del 91.6%.

Respecto a la producción, en febrero de 2021 se fabricaron sólo nueve autobuses foráneos, lo que representa una reducción del 89.7% con respecto al mismo mes del año pasado, cuando se ensamblaron 87 unidades. El periodo enero-febrero acumuló apenas 13 unidades, una caída del 92.2% con relación al mismo periodo del año pasado, en que se manufacturaron 167 vehículos.

Elizalde Lizárraga mencionó que el nicho de buses urbanos también está en una situación muy crítica, ya que la colocación de este tipo de vehículos siempre es mucho mayor que la de foráneos. Además, su impacto social es más fuerte; el 27% de los estudiantes y el 41% de los trabajadores se mueven en autobuses urbanos que, de no renovarse, afectaría la calidad y el servicio a todos los usuarios.

“Es fundamental generar condiciones para la recuperación de la industria productora de vehículos de pasaje. Es importante que el Gobierno Federal voltee a ver a las concesiones de autobuses urbanos y las autorizaciones y permisos del transporte foráneo de pasajeros porque son usualmente concesiones que tienen una obligación de renovar su flota con un tope máximo de edad”, remató el Presidente de ANPACT. (Rafael Cervantes Flores)

Tanto las flotas de pasaje foráneo como las de urbano tienen un tope máximo de edad para renovación.

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