Autotransporte, vital para las actividades esenciales en CDMX

Luego de que el pasado viernes se anunciara el regreso de la Ciudad de México al color rojo en el semáforo COVID-19, el Gobierno de la Ciudad de México dio a conocer cuáles son las actividades esenciales que podrán operar durante este periodo de contingencia (del 19 de diciembre al 10 de enero) cumpliendo con las correspondientes medidas sanitarias.

El gobierno capitalino determinó que los servicios de transporte de pasajeros y de carga, así como sus servicios y cadenas de proveeduría continuarán con normalidad. De esta manera, el autotransporte en sus diferentes configuraciones será transversal al resto de actividades esenciales, desde vehículos de larga distancia que entregarán mercancías a los centros de distribución para llevarlas a los usuarios finales en unidades de última milla; hasta el transporte público que se encargará de seguir movilizando a las personas que realizan estas actividades esenciales a sus centros de trabajo.

Las actividades de la rama médica, paramédica, administrativa y de apoyo en todo el Sistema de Salud de la Ciudad de México se mantienen, así como el sector farmacéutico, limpieza y sanitización de las unidades médicas en los diferentes niveles de atención; manufactura de insumos, equipamiento médico y tecnologías para la atención de la salud. También la disposición de residuos peligrosos biológicos-infecciosos (RPBI).

En general, el abasto, servicios y cadenas de proveeduría de todas las actividades esenciales se mantendrán activos. Tortillerías, misceláneas, recauderías y pequeños negocios barriales de máximo tres empleados, también, excepto aquellos ubicados en los perímetros A y B del Centro Histórico de la Ciudad de México. Otros negocios como veterinarias y venta de alimento para animales, lavanderías, tintorerías, jarcierías, servicios de mudanza y mantenimiento, también seguirán operando.

Otros sectores donde el autotransporte tendrá un papel protagónico son el sector energético, la generación y distribución de agua potable, industria de alimentos y bebidas, mercados y supermercados, tiendas de autoservicio; producción agrícola, pesquera y pecuaria, agroindustria, servicios de mensajerías y comercio electrónico, servicio postal, de emergencia, almacenamiento y cadena de frío de insumos esenciales, manejo de residuos sólidos, industria de la construcción, minería e industria manufacturera. A su vez, de los talleres mecánicos y las refaccionarias dependerá el óptimo funcionamiento de los vehículos.

Finalmente, la venta de alimentos preparados continuará únicamente en la modalidad de servicio para llevar o entrega a domicilio; servicios financieros (los bancos deberán garantizar el flujo continuo de clientes y la sana distancia entre ellos), servicios notariales, servicios administrativos necesarios para la operación de la Ciudad de México.

También, los servicios de seguridad privada, telecomunicaciones y medios de información, asilos y estancias para personas mayores, refugios y centros de atención a mujeres víctimas de violencia e hijos, y hoteles con un aforo máximo de 30%, únicamente con servicio de hospedaje (no aplica para hospedaje de personal de salud, refugiados o migrantes que estén por convenio con organismos internacionales). (Redacción Autotransporte)

El transporte de última milla garantizará el abasto de productos a los usuarios finales.

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