Europa nuevamente se coloca a la vanguardia, tras publicarse en el Diario Oficial de la UE el Reglamento 2019/2144, que aborda los sistemas y componentes de asistencia al conductor diseñados y fabricados para todos los vehículos de motor. También conocido como Reglamento General de Seguridad (RSG), esta normativa aborda por primera vez, no sólo la seguridad de los ocupantes del vehículo, sino la de los usuarios vulnerables de la carretera, como peatones y ciclistas.
Por ello, requiere que todos los vehículos de motor estén equipados, además de los sistemas de monitoreo de presión de neumáticos, con un conjunto mínimo de sistemas de seguridad como: adaptación inteligente de la velocidad; Interfaz del sistema Can Bus alcolock; falta de atención del conductor y advertencia de fatiga; advertencia de parada de emergencia; detección de marcha atrás; y registrador de datos de eventos.
Asimismo, para vehículos ligeros de pasajeros y vehículos comerciales ligeros, se incluye el requisito de sistemas avanzados de frenado de emergencia y asistencia de mantenimiento de carril. Ambos deben ser capaces de detectar obstáculos y vehículos que se mueven delante del vehículo, además de ampliar su capacidad de detección para incluir peatones y ciclistas delante del vehículo.
Autobuses y camiones también estarán equipados con sistemas de advertencia de salida de carril, frenado de emergencia, sistemas avanzados de detección de peatones y ciclistas, para emitir señales de advertencia o evitar colisiones con ellos. El Reglamento se aplicará a partir del 6 de julio de 2022, con un número ilimitado de casos con efecto inmediato.
Ante este panorama, los próximos años serán cruciales para la industria de reparación de vehículos, que tendrá que adaptarse y actualizarse en torno a los sistemas y dispositivos de reacondicionamiento que estarán cada vez más disponibles en el mercado, así como aquellos solicitados por el Reglamento. (Redacción Autotransporte)
