Safestart es un proceso avanzado de concientización de seguridad, el cual fue creado por Larry Wilson, consultor de Programas de Seguridad Basada en el comportamiento por más de 25 años. Es utilizado por más de 3 millones de personas en más de 60 países y en más de 30 idiomas. En México, tiene presencia desde hace 15 años, con sede en Monterrey, desde donde atiende a industrias como la automotriz, metalmecánica, alimentos y bebidas, química, petroquímica y aeroespacial.
El principal objetivo de este programa es ayudar a las personas a evitar los errores e incidentes que en primer lugar no querían cometer. No se enfoca en procedimientos o riesgos específicos en el lugar de trabajo, sino mantener esos riesgos en la mente y a la vista, con el fin de que las personas se concienticen sobre situaciones de riesgo y reflexionen sobre ellas.
Adrián Monsiváis, Territory Manager México de Safestart, detalló que también trabajan con empresas dedicadas al transporte, enfocadas en giros como el traslado de alimentos, materias primas o autopartes, las cuales buscan mejorar el factor humano para reducir accidentes viales, principalmente.
Esto, a través del trabajo en cuatro estados: prisa, frustración, fatiga y complacencia, responsables de cuatro errores críticos: ojos no en la tarea, mente no en la tarea, entrar o estar en la línea de fuego o perder el equilibrio, tracción o agarre. Esto, debido a que más del 90 % de los incidentes en casa, trabajo o carretera, son causados por una decisión inadecuada, influenciada por uno o más de estos estados y errores críticos.
“Lo que hace Safestart es ayudar al transportista a reconocer cuando entra en cualquiera de estos cuatro estados. Básicamente, es darle habilidades para desarrollar la seguridad personal, con la idea de que no se limite a su lugar de trabajo, sino que lo lleve a casa, con su familia, que sea 24/7”, abundó Monsiváis Tamez.
A través de esta herramienta, Safestart ofrece una reducción en los errores que va desde el 30 al 70 %, lo que se traduce en millones de pesos ahorrados en pagar indemnizaciones por siniestros, retrasos o mantenimiento de las unidades. “Es un círculo donde el líder va a entender, primero, que a través de este sistema va a reducir los incidentes y después, a los siete u ocho meses, verá el retorno de inversión en eso que al final del día es lo que más le cuesta a él”, consideró el directivo. (Rafael Cervantes Flores)
