Como es bien sabido, la Asociación Nacional de Transporte Privado (ANTP) celebra desde hace 22 años el Premio Nacional de Seguridad Vial (PNSV), un proceso de certificación que a partir de 2016 fue alineado a los estándares de la norma internacional ISO: 39001, en el contexto del Decenio de Acción para la Seguridad Vial 2011-2020.
El premio evalúa la capacitación de los conductores de los vehículos de carga y aquellos que logran un buen desempeño son reconocidos por su profesionalización. Algunos de ellos han logrado hacer realidad la visión cero durante más de 30 años sin accidentes, por lo que alcanzan el reconocimiento más alto en la categoría: el Salón de la Fama.
Antonio Duarte, operador de Duarte Munguía Transportes y Servicios, este año se prepara para ingresar al Salón de la Fama y señaló que el hecho de sumar tres décadas sin accidentes radica siempre en la mejora continua: concentrarse en la conducción, la profesionalización y la disciplina al realizar la operación de los camiones de carga.
“Me preparo día a día, trato de estar a la vanguardia, tomando cursos, estudiando leyes, reglamentos, innovaciones, sistemas nuevos en el transporte, procuro conocerlos, estar al día también en mi trabajo. Mi padre fue operador, él ya está jubilado, entonces siempre he estado en contacto con los camiones y creo que una de las partes importantes es el hecho de que, así como hay personas que ya traen una vocación, algunos de nosotros ya nacemos con la vocación de ser operadores”, comentó el experimentado conductor.
Para Antonio Duarte es un gran honor participar para ingresar al Salón de la Fama. Asimismo, siente una gran responsabilidad, ya que no es el final de una etapa sino el principio de otra, porque detrás de su generación vienen nuevas que necesariamente deben ser guiadas para continuar con la meta de cero accidentes y contribuir a un entorno más seguro en el transporte.
El conductor admitió que cuenta con el apoyo total de su familia, a quien comparte sus logros. “Ellos saben lo importante que es para mí el concursar año con año para dicho propósito, entonces les comparto un poco y también se sienten orgullosos; creo que es uno de los impulsos más grandes para mantener ese entorno familiar”, expresó Antonio.
Añadió que lo primero en que piensa al tomar el volante es precisamente en su familia, así como en hacer las cosas bien, porque “debemos hacer nuestro entorno seguro para ir y volver, sin ocasionar daños a nadie y, más que nada, ser un operador profesional, que se note que tu esfuerzo y tu dedicación lucen en tu trabajo”.
Finalmente, Antonio también ha tenido la oportunidad de ser instructor y mencionó que es a través de esta labor que se canalizan todos los esfuerzos que realiza, ya que transmite sus conocimientos a través del ejemplo y las maneras de actuar en pro de la seguridad de su entorno, compartiendo esta enseñanza e ideología para bien de los demás.
“En nuestra empresa el entorno se inclina hacia trabajar descansado, bajo los lineamientos y reglamentos propios de la conducción, no exceder las jornadas laborales y crear un entorno optimo para la comodidad y descanso del operador”, remató el operador, quien en diversas ediciones del PNSV ya ha sido reconocido. (Rafael Cervantes Flores)
