Es bien sabido que la expansión del COVID-19, además de repercusiones sanitarias, traerá consigo un impacto en las economía de cada país. Sin duda, uno de los sectores que se verá más afectado es el turismo, pues de acuerdo con la Organización Mundial del Turismo (OMT), el número de turistas en todo el mundo se reducirá en un 3 % en 2020.
Asimismo, se prevé una pérdida estimada de 30 a 50 mil millones de dólares en gastos de turismo, lo que podría incrementarse dependiendo el comportamiento y la duración de la epidemia. Tan sólo en nuestro país, se estima una reducción de hasta 100 mil turistas, superando incluso las previsiones gubernamentales.
Ante este panorama crítico, que incluye el cierre de fronteras y la cancelación de servicios de transporte terrestre y aérea, lo que condiciona a otros miembros de la industria como cadenas hoteleras, aerolíneas, agencias de viajes y operadores turísticos, la Alianza Nacional de Transportadoras Turísticas (ANTT), de la mano de otros organismos empresariales de turismo, hizo un llamado a la Secretaría de Turismo (SECTUR) para afrontar el impacto económico negativo del sector.
A través de una carta dirigida al titular de SECTUR, Miguel Ángel Torruco Marqués, proponen cinco estrategias que permitirían afrontar el impacto económico de la contingencia en el país hacia el sector turístico:
En el ámbito tributario:
- Establecer un mecanismo para diferir el pago de las cuotas al Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), así como para el cumplimiento del IVA.
- Condonación del ISR.
- Una vez pasada la etapa crítica de la epidemia y a fin de reactivar la industria, la reducción del IVA en toda la actividad turística.
En el aspecto financiero:
- Generar vínculos con la banca con la finalidad de originar productos crediticios con tasas preferenciales.
- Promover la flexibilización en los esquemas de pago en créditos previamente adquiridos.
Los organismos industriales del turismo consideran que es fundamental actuar en consecuencia a fin de proteger una actividad que trasciende más allá de la generación de un beneficio económico, pues además del desarrollo de micro, pequeñas y medianas empresas y su diversidad de ofertas de empleo, beneficia directamente a las comunidades donde se desarrolla. (Redacción Autotransporte)
