Luis Enrique Martínez Vázquez es uno de los operadores de Grupo Modelo a quienes se les ha asignado el eT8A, el camión eléctrico desarrollado por BYD para reparto urbano.
Anteriormente había conducido unidades de motor delantero, pero reconoce que el diseño cab over del vehículo le brinda una amplia visibilidad al frente y atrás por la cámara de reversa que trae, lo que reditúa en una excelente maniobrabilidad. Si bien las dimensiones del camión no cambian mucho con respecto a otros modelos, estacionarlo sí le resulta más cómodo.
Al tener su ruta en colonias muy concurridas de la Ciudad de México como la Condesa, Polanco o San Rafael, externa que en ocasiones tiene que esperar a que se desocupen dos lugares para poder estacionar el camión; sin embargo, esta unidad puede acomodarla en uno y medio, o incluso menos.
“Así, en lugar de estar dando vueltas y vueltas buscando estacionamiento, llegas y entras sin problemas”, admite el conductor, situación que le ha permitido a él y a sus compañeros optimizar los tiempos de las operaciones.
Por su parte, la caja de seis tarimas -otras configuraciones tienen capacidad para ocho-, también la encuentra muy cómoda para la descarga. Las charolas vienen un poco altas, pero cuentan con un estribo para hacer más fácil el trabajo.
Oportunidad de crecimiento
Joven y accesible, Luis Enrique lleva siete años trabajando para Grupo Modelo, de los cuales cuatro y medio han sido como conductor. Reconoce que en todo este tiempo se ha sentido a gusto porque se genera un buen equipo y ambiente de trabajo.
“Aquí entramos siendo ayudantes. Hay mucha oportunidad de crecimiento, si puedes hacer las cosas, te dan chance de que vayas aprendiendo. Obviamente te hacen tu examen de manejo y, si lo pasas, ya te conviertes en conductor”, explica.
El operador destaca que Grupo Modelo ha puesto mucho énfasis en la seguridad de sus empleados, quienes así como llegan a trabajar quiere ver partir a sus casas, donde sus seres queridos les esperan. Es por ello que los guantes, la faja, el chaleco reflector, los zapatos industriales y, al volante, el cinturón de seguridad, no pueden faltar.
El ser conductor le ha permitido conocer muchas personas y lugares; aunque, así como hay gente que le trata bien, hay otra que no tanto. Sin embargo, admite que hay que tenerle cariño al trabajo para hacer las cosas bien y cómo se debe. “Hay que prepararse, se ve fácil pero no cualquiera agarra un camión y maneja por toda la ciudad”, recomienda. (Rafael Cervantes Flores)
